«Es maravillosamente adecuado el trato de los hombres, así como la visita de países extranjeros […] para volver conociendo principalmente los caracteres de esas naciones y sus hábitos y para frotar y limar nuestras entendederas con las de los demás. »
Ensayos
Libro I. Cap XXVI. De la instrucción de los hijos.
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