«Según las teorías
del doctor R. Anderson, todos tenemos las llamadas “memorias celulares”: cada
emoción fuerte es un rayo de energía que, por ser tan concentrado e impactante,
deja una impresión electromagnética y se queda grabada dentro de nuestros
tejidos biológicos; podemos guardar datos y recuerdos de la misma forma que lo
hacemos usando los medios digitales; en este caso, la denominamos “memoria
celular”, es un depósito de la memoria en las mucosas digestivas.»
Inteligencia
digestiva
2011