«El viento abrió
también un libro de plantas disecadas y se puso a pasar sus hojas. Las flores
se mojaban y revivían, trepando por las paredes del salón, invadiéndolo todo,
formando una espesa enramada, florida y llena de nidos de donde salían también
pájaros que volaban hacia el redondel luminoso del techo.»
Alfanhui
1952